Amarguita, diabética hasta el cielo, 88 años

—¡Diabética hasta el cielo! —gritaba ella cada mañana al medirse la glucosa. Ese día podíamos intuir que estaba de buen humor. Infortunadamente, no sucedía muy a menudo. Bien sabíamos que los cambios en su estado de ánimo eran propios de su condición, aunque a veces no resultaba fácil recordarlo. —¡Limpia culos! —Así llamaba a las …

Neptunito y los dotes del rey, 75 años.

La capacidad de conquista de nuestro rey no tenía límites. Conocía a la perfección los regalos que la naturaleza le había proveído a su masculina presencia, y por supuesto, hacía alarde de ellos cada vez que era necesario. En especial, cuando su prominente y esbelta figura quedaba al descubierto.  El estupor de las enfermeras, y, …

Lela y los poemas de la momia, 93 años.

 — ¡Llegó la ambulancia!  – Gritó la enfermera desde la entrada. Lela permanecía sobre la cama cual momia de Egipto embalsamada en su sarcófago. En menos de cinco minutos se encontraba dentro del vehículo camino a la clínica. — ¡La perdemos!  – Exclamó el médico mientras intentaba reanimarla.   Era un domingo de pascua, normalmente no …

Gafitas y los lentes de la disputa, 80 años.

¿Gafitas? Sí, porque olvidé su nombre. Por más que he intentado recordarlo, no lo consigo. Busqué entre los pocos archivos que sobrevivieron a la última mudanza, pero sin éxito alguno. Gafitas pertenece al grupo de mis primeros gigantes. Me atrevería a decir que fue el tercero o cuarto de ellos. Me decidí a escribir sobre …

Dicen que la depresión mató a Armito, 75 años.

—No me gusta desayunar con café, prefiero té. —Dijo con voz fuerte, pero adornada con sonrisitas de hoyuelos y ojitos chinos. —Ah, tampoco me gusta el queso, prefiero huevos cocidos, con la yema blanda; a cinco minutos estarían bien. —Agregó. Sin dejar de sonreír, y una picardía que lo acompañaría por mucho tiempo. ¡Sin rastros …

Suspiros de navidad en el capitán Planeta, 94 años.

El sonido paulatino de la sirena de la ambulancia anunciaba su llegada; había sido necesaria tal maniobra debido a su figura voluminosa y una fractura de cadera que lo obligaba a permanecer postrado. Nos pronosticaba una navidad repleta de trabajo. Minutos después se encontraba frente a mis ojos, no pude encubrir mi fascinación. Era como …

La pobre vida de mi Colombitta hechizada, 76 años.

Mirada de ángel. Unos enormes ojos verdes adornados con chispitas mostazas que combinaban miríficamente con esa sonrisa a medio mostrar, mas bien parecía una chiquilla maquillada de ancianidad. Su voz dulce y tratar amable, con solo escucharla cualquier mal momento huía; aunque al cabo de un rato ya sabías de qué hablaría en su próxima …